martes, 30 de noviembre de 2010



Antonio Leoncio Gálvez Ronceros (Chincha, 14 de octubre de 1932) es un literato peruano que destaca como profesor principal del Departamento de Lingüística de la Facultad de Letras y Ciencias Humanas de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Es responsable de la apertura de una nueva vertiente en la Literatura peruana, a partir de una fresca interpretación del habla popular de raíz afro de su tierra costeña, Chincha, pueblo de ambiente rural del Sur Chico de la costa peruana, aquí fue donde conoció el habla y las costumbres de los campesinos negros durante su infancia y ésta es presentada en los relatos de Monólogo desde las tinieblas.


Profesor principal de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, es natural de Chincha, pueblo de ambiente rural del Sur Chico de la costa peruana.


Con sus libros de cuentos, Los ermitaños y Monólogo desde las Tinieblas, Gálvez Ronceros "ha hecho aportes definitivos al cuento peruano, ha cimentado una tradición popular y ha abierto territorios narrativos que son ahora explorados por       escritores de generaciones posteriores".




En 1974 obtuvo los premios primero y segundo de cuento en el concurso José María Arguedas organizado por la Asociación Universitaria Nisei del Perú; y en 1982, el primer premio de cuento y el segundo de periodismo en certámenes organizados por la Municipalidad de Lima.


Está considerado por la crítica literaria y por numerosos lectores, como uno de los cuentistas más valiosos de la tradición peruana. Su primer libro de cuentos, Los ermitaños de 1962, que no se ha reeditado, es objeto de culto, puesto que sólo se le puede encontrar en bibliotecas especializadas,podía distinguirse la voz del autor, cultivada, con arreglo a las más exigentes normas gramaticales, y las voces de los personajes que atienden al modo corriente de expresarse de los campesinos. 
Asimismo, Aventuras con el Candor (1989), selección de sus artículos publicados en los periódicos limeños La República y El Diario, dicen de Gálvez que es un imperdible de nuestra literatura y que, como escritores de la talla de Ribeyro, merece ser leído por el pequeño y gran público.


  BIOGRAFIA:

Antonio Leoncio Gálvez Ronceros nació en Chincha Alta el 14 de octubre de 1932. La primaria y la secundaria la realizó en el colegio José Pardo donde asistían desde hijos de hacendados y grandes comerciantes hasta hijos de maestros y campesinos. “El mundo rural rodeaba a Chincha, y aún la rodea, de modo que quienes vivíamos en la ciudad realizábamos incursiones a la campiña, ese espacio estaba dominado por el campesino mestizo, el cholo costeño. En cambio, el campo profundo, regido por la cultura de la hacienda y latifundios, estaba poblado por la figura del negro. Eran zonas campestres muy alejadas y de difícil acceso. Mi primer libro Los ermitaños recrea el mundo y el lenguaje del primer escenario y Monólogo desde las tinieblas del segundo”, cuenta el autor.
Estudió Educación en la Universidad Enrique Guzmán y Valle, donde se graduó en 1958, y en la Universidad Nacional Mayor de San marcos, que le abrió las puertas a la carrera de Literatura. Actualmente es profesor principal del Departamento de Lingüística de la Facultad de Letras y Ciencias Humanas de este centro de estudios.
Siendo muy joven publicó su primer cuento, “De perros”, en el suplemento cultural de El Comercio en 1956. En 1961 publicó el libro de cuentos Los Ermitaños. “Tenía yo una historia que me obsesionaba, elaboraba mentalmente párrafos breves y los “mejoraba” constantemente, es decir, los corregía. Ese cuento se titula “Joche” y aparece en Los ermitaños. Es quizá mi cuento más ambicioso porque trata sobre la muerte. Escribirlo me tomó cerca de cuatro años, entre 1957 y 1961. Yo quería terminar mi primer libro y eso significaba terminar aquel cuento, pero sucede que hasta el sesenta me encontraba en Chincha, así que me dije: “si me quedo acá, no termino nunca”. Entonces salí para Lima y pude terminar el cuento y escribir uno más”, refiere.
A finales de los sesenta, pasó a formar parte del Grupo Narración: “Cuando frecuentaba el Bar Palermo conocí a Oswaldo Reynoso, Eleodoro Vargas Vicuña, Miguel Gutiérrez, Gregorio Martínez, entre otros. Formé parte del grupo Narración, que nació por las afinidades relacionadas con el oficio de escritor, y el común interés en la escritura y la lectura de ficción narrativa. Las discusiones y planteamientos políticos eran parte del horizonte ideológico de la época, pero solo será en el segundo número de la Revista Narración que se asumirá una posición política determinada”.


¿Cuál fue el paisaje social en el que nacio?
Su infancia transcurrió en Chincha Alta. Estudio en el colegio José Pardo donde asistían desde hijos de hacendados y grandes comerciantes hasta hijos de maestros y campesinos. El mundo rural rodeaba a Chincha, y aún la rodea, de modo que quienes vivían  en la ciudad realizábamos incursiones a la campiña, ese espacio estaba dominado por el campesino mestizo, el cholo costeño. En cambio, el campo profundo, regido por la cultura de la hacienda y latifundios, estaba poblado por la figura del negro. Eran zonas campestres muy alejadas y de difícil acceso. Su primer libro Los ermitaños recrea el mundo y el lenguaje del primer escenario y Monólogo desde las tinieblas del segundo.

¿Cuáles fueron las primeras lecturas?
Cuando el tenía alrededor de ocho años visito la Biblioteca Municipal de la provincia, pero como siempre ha parecido algo más joven de lo que es, la directora de la biblioteca lo vio entrar en la sala de lectura y le preguntó ásperamente: , ¿sabes leer?", (debió ser porque estaba con la cara sucia o seguramente asoció el color de su  piel con la incompetencia lectora) y como le respondio que sí, no muy convencida le señaló la carátula de un diario local para que leyera los titulares y así comprobó que, efectivamente, el sabía leer. Luego fue donde estaban los anaqueles y regresó con un libro grande, uno de los volúmenes de la enciclopedia El tesoro de la juventud. Después de leer fragmentos del texto, se retiro y no volví más al local. En la secundaria, tuvo unos amigos vecinos, familiares de la nueva bibliotecaria, y después de la cena, como quien va a la esquina a conversar, la biblioteca. Como estaba interesado en convertirse en pintor, leyo muchas biografías de pintores del Renacimiento y llego a poseer un conocimiento del que carecían los profesores de Arte y de Historia Universal locales. Pero no fue sino hasta que ingres a la universidad que sus lecturas empiezan a ordenarse.

¿Cómo y en qué contexto ocurre la llegada a Lima?
En 1954, durante el gobierno de Odría llego a Lima para prepararse  para el examen de admisión a La Cantuta. Así, pues, a finales del verano de 55 ya estaba empezando sus estudios universitarios y, claro, las vacaciones las pasaba en la campiña. Para el, la universidad fue una oportunidad de seguir leyendo, tuvo, además, profesores de gran valía como Luis Alberto Ratto, Guillermo Deli, Manuel Moreno Jimeno, Washington Delgado y Abelardo Oquendo. Este último publicó su primer cuento "De perros" en el suplemento cultural de El Comercio en 1956. Más tarde, a finales de los sesenta, cuando frecuentaba el Bar Palermo conocí a Oswaldo Reynoso, Eleodoro Vargas Vicuña, Miguel Gutiérrez, Gregorio Martínez, entre otros. Formo parte del grupo Narración, que nació por las afinidades relacionadas con el oficio de escritor, y el común interés en la escritura y la lectura de ficción narrativa. Las discusiones y planteamientos políticos eran parte del horizonte ideológico de la época, pero solo será en el segundo número de la Revista Narración que se asumirá una posición política determinada.

Los ermitaños fue el  primer libro, ¿cómo fue el proceso de escritura?
Tenía el  una historia que lo obsesionaba, elaboraba mentalmente párrafos breves y los "mejoraba" constantemente, es decir, los corregía. Ese cuento se titula "Joche" y aparece en Los ermitaños. Es quizá su cuento más ambicioso porque trata sobre la muerte. Escribir le tomó cerca de cuatro años, entre 1957 y 1961. El quería terminar su primer libro y eso significaba terminar aquel cuento, pero sucede que hasta el sesenta se encontraba en Chincha, así que me dijo: "si me quedo acá, no termino nunca". Entonces salí para Lima y pude terminar el cuento y escribir uno más.

¿Cómo fue la elaboración del libro Monólogo desde las tinieblas? ¿Por qué elegio narrar "desde adentro", es decir, que los mismos personajes afroperuanos fueran quienes contaran la historia?
Termino de escribir Monólogo desde las tinieblas en 1974 y se publicó al año siguiente. La intención era escribir los cuentos, algunos desde la base de la anécdota y otros desde la invención, pero sin salirse de la verosimilitud que permite el universo cultural y lingüístico de los afroperuanos, de tal modo que algunas de sus fórmulas de lenguaje provoquen el humor, pero haciendo que éste brote de los personajes mismos sin que ellos se den cuenta, y que así sea descubierto por el que está afuera del universo del relato. El recorrido de los personajes se inscribe en su vida cotidiana, de donde, a fin de cuentas, nacen los conflictos que los envuelven. En la edición de 1999, agregué al libro seis cuentos más que permiten redondear un conjunto de saberes populares para la vida, pero explorando más los mecanismos sociales de discriminación racial.

Una de las estrategias más frecuentes en tu obra es la delicada y sutil ironía. ¿Qué papel desempeña la ironía en la retórica de sus textos?
Es una herramienta muy importante. En la sociedad hay algunos fantoches, algunas imágenes sagradas, en todo sentido, que son en el fondo ídolos de barro. La actitud irónica, justamente, trata de derribarlos. El descreimiento que anida en una actitud irónica se orienta hacia eso. La burla sesgada va socavando y en el fondo es una suerte de revancha que se toma uno frente a las cosas "sagradas" que le imponen a uno desde que tiene uso de razón en la sociedad. Por ello, la actitud irónica está presente en la mayor parte de mis trabajos, incluso los del género expositivo, donde se nota más.

Aventuras con el candor es un libro de inquisiciones en el lenguaje popular, una cala vertical en costumbres y sentidos del habla de Chincha, Lima, La Habana. El lenguaje ha sido tu gran pasión.
El libro es una selección personal de artículos y crónicas periodísticos publicados en La República y otros diarios. Mi criterio fue seleccionar textos que de algún modo estuviesen unidos por un tono que trata de descubrir la actitud desacralizadora, desde la perspectiva y las posibilidades del imaginario popular, es decir, aprovechando la imaginación y la ironía como recursos importantes. Aventuras con el candor es una fiesta del lenguaje popular.

La experiencia y la problemática del maestro constituyen un eje temático de tu último libro, tú estudiaste pedagogía en La Cantuta ¿cómo entendio, según la experiencia, la relación entre el maestro y el estudiante?
Siempre ha concebido la relación que vincula al maestro con el alumno como una relación amigable, conversacional. Por lo tanto, una relación, creo, en la que el tiempo puede resultar divertido, cómodo, pero de ninguna manera ni rígido, ni brutal, ni pesado. Echar mano, de vez en cuando, de algunas anécdotas en las que puede descubrirse el ingenio de algunos personajes a propósito del tema que se está desarrollando, pues la riqueza que tienen las actitudes de los hombres es importante para animar y fortalecer la relación entre alumno y maestro.


Obras publicadas:

Su libro Monólogo desde las tinieblas (cuya primera edición se publicó en 1975 por INTI-Sol) reúne veintitrés relatos. Todos ellos nos permiten asomarnos al universo sencillo y espontáneo del campesino negro de la costa peruana. Con gran intuición artística y minuciosidad de orfebre, Antonio Gálvez Ronceros plasmó en estos relatos la peculiar idiosincrasia de unos personajes que encarnan la vida con estoicismo y buen humor.
El libro Cuadernos de agravios y lamentaciones (publicado el año 2003 por el Fondo Editorial de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos) reúne 11 cuentos escritos en épocas distintas. A través de ellos se aprecia la oposición frontal entre explotadores y explotados, la óptica a favor de los “humillados y ofendidos”. "Si bien parece estar vinculada con una vertiente muy activa en las letras peruanas de los años 30 a 60: del realismo social al neorrealismo; sin embargo, la textura de los cuentos de Gálvez Ronceros se aparta de las convenciones de la narrativa realista. Prefiere reelaborar el legado fecundo de la tradición oral: los relatos del pueblo con sabor a fábula, con su dosis de fantasía y humor, con su carácter 'ejemplar' o aleccionador, sin omitir su capacidad de aludir corrosivamente a la experiencia cotidiana y el tejido social." (Ricardo González Vigil, El Comercio, 1/1/04)
El libro Historias para reunir a los hombres (publicado el año 1988 por la Editorial Extramuros en Lima) giran en torno de la sociedad que sufre (el sector de los que padecen miseria e injusticias) y en contra de quienes se empeñan, con diligencia vil o con indiferencia, en mantener ese gran dolor. La necesidad del cambio de modelo se desprende inevitablemente de los relatos, con una dirección ideológica muy específica que lleva la denuncia hacia una toma de posición.
Otras de sus obras también son: "Los hermitaños"(Fábulas) y "La aventura de un cóndor"(Cuento)

Libros publicados:
S517-02Monólogo desde las tinieblas
Lima: PEISA, 2009. 104 pp.

Obra escrita en 1974, reúne hoy veintitrés relatos —seis más que los de la versión primigenia— que se asoman al universo sencillo y espontáneo del campesino negro de la costa peruana. Con certera intuición artística y minuciosidad de orfebre, Antonio Gálvez Ronceros ha plasmado en ellos la peculiar idiosincrasia de unos personajes que encaran la vida con estoicismo y buen humor. Los dibujos que los ilustran son también obra del autor, y remarcan con simpatía las cualidades con las que el escritor ha dotado a sus criaturas.
AGRmonologoMonólogo desde las tinieblas
Lima: PEISA, 1999

Los veintitrés relatos, seis de los cuales se publican por primera vez, nos permiten asomarnos al universo sencillo y espontáneo del campesino negro de la costa peruana. Con certera intuición artística y minuciosidad de orfebre, Antonio Gálvez Ronceros ha plasmado en estos relatos la peculiar idiosincrasia de unos personajes que encarnan la vida con estoicismo y buen humor.
AGR-02Los ermitaños
Lima: Colmillo Blanco, 1987

Primer libro de cuentos de Gálvez Ronceros en el cual retrata el mundo rural o semirural costeño, línea poco desarrollada en la narrativa peruana. Las siete historias de este libro anunciaron la pericia y el talento de su narrador: cultivo de la imagen, poesía y pulcritud en la prosa, respeto por el habla popular, indagación en los sentimientos auténticos.
AGR-05Aventuras con el candor
Lima: Extramuros, 1989

Selección de sus artículos publicados en los periódicos limeños La República y El Diario. Actitudes, personajes, costumbres, creencias, niveles de lenguaje popular, se encuentran impregnados de una fresca savia de humor sutil. En no pocos casos esta impregnación es sólo un tránsito hacia un propósito mayor: la desmitificación de creencias irracionales fuertemente institucionalizadas.
S517-02Los Ermitaños
Lima: INC, 2005.

Publicado por primera vez en 1962, Los ermitaños está conformado por siete historias que se tejen bajo el sol y el paisaje iqueño, región de la que Gálvez es quizá el cronista más notable. En esta nueva edición, los relatos vienen acompañados de dibujos que el escritor chinchano esbozó para ilustrarlos dando cuenta de su extrema sensibilidad y talento para el arte.
AGRagraviosCuadernos de agravios y lamentaciones
Lima: UNMSM, 2003.

Este libro reúne 11 cuentos escritos en épocas distintas. A través de ellos se aprecia la oposición frontal entre explotadores y explotados, la óptica a favor de los “humillados y ofendidos”. "Si bien parece estar vinculada con una vertiente muy activa en las letras peruanas de los años 30 a 60: del realismo social al neorrealismo; sin embargo, la textura de los cuentos de Gálvez Ronceros se aparta de las convenciones de la narrativa realista. RGV
AGR-01Historias para reunir a los hombres
Lima:Extramuros, 1988

Libro en pro de ese vasto sector doliente de la sociedad y en contra de quienes se empeñan, con diligencia vil o con indiferencia, en mantener ese gran dolor. La necesidad del cambio de modelo se desprende inevitablemente de los relatos, con una dirección ideológica muy específica que lleva la denuncia hacia una toma de posición.
AGR-03Monólogo desde las tinieblas
Lima: INTI-Sol Editores, 1975

En los diecisiete cuentos que conforman este libro, el autor recoge con espontaneidad y fluidez sin precedentes, una versión llena de humor y fluidez sin precedentes, y por momentos, agria de la vida de los campesinos negros chinchanos, quienes en su propio lenguaje, gracias a las anónimas intervenciones del autor llegan a insospechados niveles filosóficos.
Publicaciones:
- Cuadernos de agravis y lamentaciones (2003)
- Los Ermitaños (1962, 1987 y 2005)
- Monólogo desde las Tinieblas (1975 y 1999)
- Historias para Reunir a los Hombres (1988)
- Aventuras con el Candor (1989)